El arte de ser un buen vendedor y la importancia de la formación comercial

 

En el mundo comercial, el éxito en las ventas es crucial para el crecimiento y la sostenibilidad de cualquier organización. Sin embargo, no todos los vendedores poseen las habilidades necesarias para alcanzar este objetivo. Exploramos a fondo lo que significa ser un buen vendedor y cómo se diferencia de un mal vendedor. Además, destacaremos la importancia de la formación comercial como una solución efectiva para mejorar las habilidades y competencias de los profesionales de ventas. Quizás la única que funciona, además de acumular experiencia y aprender de los errores.

I. Los atributos de un buen vendedor/a

 

Conocimiento del producto/servicio: Un buen vendedor se dedica a conocer a fondo los productos o servicios que ofrece. Esto implica una comprensión detallada de las características, ventajas y beneficios, así como la capacidad de responder preguntas y resolver dudas de los clientes.

Habilidades de comunicación: La comunicación efectiva es esencial para un buen vendedor. Debe ser capaz de escuchar activamente, articular claramente los mensajes y adaptar su estilo de comunicación según las necesidades del cliente.

Orientación al cliente: Un buen vendedor se enfoca en comprender las necesidades y deseos del cliente, brindando soluciones personalizadas que agreguen valor. La empatía y la capacidad de establecer relaciones sólidas son fundamentales para mantener una base de clientes leales.

Persistencia y determinación: Las ventas a menudo implican superar obstáculos y rechazos, de hecho es el día a día. Un buen vendedor persevera ante las dificultades y se mantiene enfocado en sus objetivos, adaptándose y aprendiendo de los desafíos que enfrenta. Una buena vendedora se hace amiga del «No» y lo considera un reto.

II. Las características de un mal vendedor/a

 

Falta de conocimiento del producto/servicio: Un mal vendedor no se toma el tiempo para comprender a fondo lo que vende, lo que se traduce en una incapacidad para brindar información precisa y relevante a los clientes potenciales. Hoy en día los clientes tienen toda la información en Internet y cuando reciben al vendedor ya tienen una comparativa en la cabeza. El vendedor siempre debe saber más y es algo que recalcamos en la formación comercial.

Pobre habilidad de escucha activa: La falta de habilidades de escucha activa lleva a un mal vendedor a perder oportunidades clave para entender las necesidades y preferencias del cliente, y en consecuencia, no puede proporcionar soluciones adecuadas. Un mal vendedor no sabe preguntar por lo que no podrá escuchar. En la formación comercial trabajamos la venta SPIN para entrenar las mejores preguntas posibles para una venta consultiva.

Enfoque excesivo en las ventas en lugar del cliente: Un mal vendedor tiende a centrarse únicamente en cerrar una venta, descuidando la importancia de construir relaciones duraderas con los clientes. Siempre digo que primero es la persona y después el pedido. Cuando te ganas a la persona, los pedidos vienen solos.

Falta de perseverancia: Ante el primer obstáculo o rechazo, un mal vendedor se desalienta fácilmente y puede renunciar rápidamente a una oportunidad de venta. De hecho la venta de verdad comienza con el primer «no» del cliente.

III. La importancia de la formación comercial

 

La formación comercial desempeña un papel fundamental en la mejora de las habilidades de los profesionales de ventas y en la transformación de un mal vendedor en uno bueno. Algunas razones destacadas por las cuales la formación comercial es una solución valiosa incluyen:

Adquisición de conocimientos especializados: La formación comercial proporciona a los vendedores los conocimientos necesarios para comprender su industria, productos/servicios y los procesos de venta efectivos. Esto les permite abordar las necesidades del cliente de manera más informada y precisa. También se trabaja la comunicación y el impacto e influencia con técnicas de actuación para conectar con los clientes.

Desarrollo de habilidades de comunicación: Como decimos, a través de la formación, los vendedores pueden mejorar sus habilidades de comunicación, incluida la escucha activa, la negociación, la persuasión y la presentación efectiva. Estas habilidades son esenciales para establecer conexiones significativas con los clientes y cerrar ventas con éxito.

Fomento de la confianza y la motivación: La formación comercial brinda a los vendedores la oportunidad de fortalecer su confianza y motivación. Al aprender nuevas técnicas y estrategias, se sienten más seguros al enfrentar desafíos y rechazos, lo que aumenta su persistencia y su capacidad para superar obstáculos.

Adaptación a un entorno empresarial en constante cambio: La formación comercial ayuda a los vendedores a mantenerse actualizados sobre las últimas tendencias, herramientas y tecnologías en el campo de las ventas. Esto les permite adaptarse y responder de manera efectiva a las demandas cambiantes de los clientes y del mercado.

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Felipe Pérez de Madrid

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